Capítulo VII
Montó un burdel en el llano De esa provincia bravía En un ranchito de barro Cercano de la autovía Recibió a todo el poblado Incluso a la policía Ya sea invierno ya verano Para engrosar la alcancía No hubo ni día feriado Ni el asco se permitía Se amanecía estaqueado Y así mismo anochecía Dura faena el pecado Dura faena la hombría
EL CUENTO DEL NIÑO MALO, Mark Twain
Hace 23 horas
3 comentarios:
¡ya es un foyetín que lo tiró! la gauchesca agarra su segundo aire...
Gracias por el aporte Daniel, como leerás en los subtítulos tu sugerente observación ha sido incorporada.
=)!
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