Capítulo XII
El gaucho se ha enamorado Del marqués de los excesos El gaucho se ha encandilado Con un picado tan grueso En falange articulado Noble apéndice con hueso Y aunque parezca anticuado Seguro que es un progreso Que poco a poco ha cuajado Como las hormas de queso Pues si el gaucho andaba alzado A los tumbo en retroceso Ahora espera a su amado Tempranito de regreso
Querido Lector,
si te dispones a leer este folletín de aspecto lisonjero, tres cosas te pido: no te violentes, la violencia indefectiblemente priva de razón. Celebra la diferencia, hace la vida más interesante y placentera. Y sonríe, una sonrisa es un regalo compartido. Si aún así algo de lo dicho o exhibido en estas páginas te ofende, te ruego me disculpes.
jueves, 8 de octubre de 2009
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